«Pepe, pica. Pedro, dile a Pepe que pique. Antonio, habla con Pedro para que le diga a Pepe que pique. Juan, pide a Antonio que hable con Pedro para que le diga a Pepe que pique”. Habla el taxista que me llevó ayer al aeropuerto. Un extrabajador de la construcción que denuncia a los intermediarios como uno de los cánceres del sector.
Recuerdo sus palabras subido a otro taxi. El que me acaba de recoger en la T1. Un tipo crítico como el anterior, pero inculto e imbécil. Habla de política, economía, sociedad… pero no sabe de nada. Lo sé, es algo habitual en este país. En cualquier caso me está poniendo muy nervioso. Sé que no va a callar así que pienso una estrategía… Aprovecho un segundo de silencio que invierte en tomar aire y le hablo del Falstaff. Estoy seguro que sobre el alcohol tendrá algo más de experiencia. Así es. El tema de esta carrera será ‘Los mejores coñacs de España’.