Cojo el autobús a las 12:20 para llegar a la Terminal C antes de cumplir el horario previsto. Nunca preguntas, pero esta vez lo haces para que te marquen el cartel ‘Puente aéreo’ a un palmo de la cara. Me siento algo estúpido.
Control del puente aéreo.
– ¿Qué lleva en la maleta?
– Na’, un par de bombas, cuatro metralletas y el bazooka no me cabía pero no crea que no he pensado en llevarlo. ¡Ah! También traigo cuatro caramelos para matar el hambre.
– Pase, pase, pero antes dejé aquí los caramelos.
En la sala de espera, un ejecutivo tipo disfruta en su comodísima butaca. 13:19. Embarco en un minuto.