Los manos que aquí escriben visten mitones. Me encanta esta palabra. No sé muy bien cuando la descubrí pero sí recuerdo que tuve la sensación de que no iba a olvidarla jamás. Años más tarde aquí están. Junto a unas gafas de pasta y dos patas de palo. Sé que en un par de semanas seguiré siendo un cuatro ojos, pero espero poder caminar únicamente sobre mis dos piernas.