Es cierto, los instantes no te ofrecen lo que verdaderamente estás buscando. Segundos, dos, tres, no más. El lapso que tarda la velocidad es aliarse con el tiempo y despedirse de la distancia. Un instante.
Es cierto, los instantes no te ofrecen lo que verdaderamente estás buscando. Segundos, dos, tres, no más. El lapso que tarda la velocidad es aliarse con el tiempo y despedirse de la distancia. Un instante.